La seguridad Física, también conocida como Seguridad Patrimonial, es la seguridad encargada de velar por la integridad de vidas, bienes y procesos, que forman parte o se hallan en una determinada instalación o recinto físico, e incluso durante su movimiento fuera de él. Es la certeza y control del manejo de riesgos externos e internos del lugar o del entorno, y respuesta a eventos en su mayoría de origen delictivo o antrópico.
En muchos países la seguridad física brinda una excelente oportunidad comercial y, sin duda, es de gran beneficio preventivo o de resguardo para la reducción de pérdidas y la recuperación económica ante daños ya materializados: incidentes, accidentes y siniestros.
Existen diferentes medios y herramientas para llevar a cabo la seguridad física, destacándose las medidas pasivas y activas destinadas para tal fin. Entre ellas podemos mencionar la seguridad periférica, barreras de retardo o delimitación física de áreas, y la seguridad tecnológica, que abarca una serie de dispositivos con variedad de funciones que van desde la simple constatación de espacios cerrados como detección de intrusión, hasta la verificación de salida o entrada de elementos, identificación de personal y activos, grabación de video así como la posibilidad de verlos en tiempo real, y acceso a información de ubicación satelital o posicionamiento global de personas u objetos transportados.
Otras de las medidas, a mi juicio sigue siendo la más importante de todas, son las medidas activas. Estas medidas son las tareas llevadas a cabo por el hombre, desde un simple centinela realizando labores de vigilancia estática, hasta las tareas más complejas como inspecciones, supervisión, recorridos, manejo de incidentes de seguridad para su investigación y esclarecimiento, así como análisis y auditorías de todos los subsistemas de la seguridad física o patrimonial.
Las preguntas fundamentales son tres: qué se debe proteger, cómo se debe proteger y de qué se debe proteger. Para responder estas interrogantes debemos ir a otro importante análisis; en qué lugar se encuentra o se ubica la persona o cosa que se debe proteger, cuáles son los riesgos potenciales a los que están expuestos, y las consecuencias de llegar a materializarse el daño y posibles pérdidas, parciales o totales, y su impacto en el ente que cubre su coste.
La administración es la ciencia que estima su valor en la organización, y mediante la gerencia de riesgos se presentan propuestas y se ejecutan planes de seguridad, viables y adaptados a la naturaleza real del negocio de cada entidad empresarial.
Para ello las aseguradoras son valiosas agencias garantes de reembolso y mitigación, pero no obstante, la Seguridad Física puede anticipar y evitar daños. Es allí donde nace la necesidad de contar con una gerencia de seguridad eficiente, ya que a diferencia de atender eventos (luego de suceder) con consecuencias económicas severas, es mucho más útil e importante prevenirlos y reducir su posibilidad de ocurrencia, y por supuesto es muchísimo más rentable para las finanzas y supervivencia de la víctima o persona afectada.
El objetivo es organizar los recursos disponibles para contrarrestar las amenazas, fortalecerse ante las debilidades de infraestructura o vulnerabilidad en los procesos, un continuo mejoramiento y acondicionamiento, y saber qué hacer en caso de. Por eso es que la seguridad física o protección patrimonial es flexible, dinámica y tangible.
En los tiempos de hoy, la seguridad física o patrimonial ya es parte integrante de las piezas claves de toda organización, sobre todo en el mundo mercantil y corporativo, donde ha logrado conquistar un espacio de altísimo respeto y confianza por el valor que le agrega a la continuidad del negocio.
José Ignacio Caballero
Visionario de Seguridad
Visionario de Seguridad