Durante el pasado mes de abril, se abrió un debate bien interesante en la red social donde soy miembro: "LinkedIn", sobre un tema bastante polémico hoy en día del mundo de la seguridad empresarial. Distintos colegas, de diversos países de origen, quienes expresaron su punto de vista y opinión en un tema publicado por un maestro de abultado curriculum vitae, con el titulo o premisa: "Ser ex militar o ex policía no es suficiente para ofrecer un servicio de seguridad ejecutiva".
Soy venezolano y no he tenido la oportunidad de ejercer la profesión fuera de mi patria. En Venezuela, particularmente, las empresas que ofrecen servicios de seguridad en general, incluyendo la seguridad ejecutiva, en el ámbito privado expresamente, las constituyen sociedades mercantiles que se fundamentan en un Decreto Presidencial de vieja data, obsoleto por demás, el cual legaliza -por decirlo de alguna manera lógica- la industria de la seguridad privada nacional.
Estos proveedores, en la década de los setenta y ochenta comienzan una actividad de forma empírica, por culpa del propio vacío legal de un reglamento genérico que recogía dicho estamento comercial, dictado por el poder ejecutivo, atribuyéndose muchos ex militares y ex policías facultades naturales para dirigir y manejar el naciente mercado de la seguridad privada y posterior servicio ejecutivo que se da a finales de los noventa, cuando la seguridad pasó a ser más corporativa.
Sin embargo, las experiencias personales aunada a la capacidad operacional de cada gerente y jefe de seguridad fue, junto a los empresarios, mucho de ellos también altos oficiales retirados de la Fuerzas Armadas, Ex Comisarios de PTJ y DISIP, una suma algebraica exitosa que elevó la oferta del servicio de protección en comercios, industrias, zonas residenciales, entre otros.
Entonces podemos señalar que, evidentemente ex policías y ex militares, al menos en Venezuela, hicieron lo que tenían que hacer, esforzándose cada vez más en una competencia aupada por la creciente demanda del mercado, debido a la crisis de inseguridad como fenómeno social que se exacerba a partir de un cambio peligroso en la democracia del hemisferio.
Por ello, hombres que han dedicado casi toda una vida enfrentando las amenazas reales del terrorismo, tráfico ilícito de drogas, secuestros, y cualesquiera otro delito de origen criminal, son expertos de oficio que poseen cualidades certificadas para circunscribirse en un enfoque protectivo que requerimos con urgencia fortalecer, ante tan bestial crecimiento del crimen organizado mundial.
Bienvenidos todos los profesionales de otros campos, con sus habilidades blandas igual de necesarias, pues aquí estamos para integrarnos para ser cada día mejores y lograr la efectividad que esperan aquellos que buscan nuestros servicios privados de seguridad.
El Gobierno actual de Venezuela, haciendo gala de su improvisada gestión pública, crea una Resolución para regular el servicio de "Escolta". De este tema hablaré en mi próxima entrada.
José Ignacio Caballero
Visionario de Seguridad para el Manejo de Riesgos
Twitter: @jicseguridad
